¿Qué mejor manera de escribir que divirtiéndose un poco? Hoy les quiero compartir un compilado de cuentos escritos a partir de un desafío sencillo y divertido: Escribir un texto usando todas y cada una de las letras del abecedario, en orden, en el inicio de cada palabra. Por ejemplo: Alberto bajaba corriendo dichosamente ….
Este compilado no me tiene a mí como único autor, sino que es un desafío que propuse en mi Instagram (@pmax.altamirano), y una impresionante cantidad de amigos y amigas pusieron su creatividad en juego y propusieron microcuentos increíbles y desopilantes.
A todos ellos, mencionados acá, ¡mil gracias por haberse sumado, y en especial a Meli Zunino, que comparte conmigo ese gusto por explorar lo lúdico, y que fue quien me propuso el desafío en primer lugar!
1) Mi versión:
Ayer bebí como desdichado. Esa furiosa, gris, hiena interior jalándome. Karen lastimó mi niño ñoño oculto pensando que restauraría sus tercas usanzas “venciéndolo”.
«¡Walter xenófobo!» ¿¿yo?? ¡Zarpada!
2) El divertido cuento de Meli Zunino, la promotora de esta idea:
A buscar comodidad dedicaba el feriado. Gatos histéricos interferían jocosamente. Kitty lamía mi nalga. Oportuno pasatiempo que rogaba sostener. Tras única viciada Whiskas, Xavier yacía… zángano.

Fotos de gatos lamiendo nalgas no busqué. No me animé.
3) Caro Acosta encuentra profunda motivación en la ecología según su relato:
A veces boto cosas desechables esperando forzar ganas hondas insospechadas.Jaleo, Kiara la música nada ñoña o pertinente que ruge sola toda una vez: ¿Wagon, xylitol y zona?
4) Loti Villalba siempre te sorprende y divierte, y este relato lo confirma una vez más:
Antes buscaba caminar de espaldas, fingiendo grandes habilidades. Imaginate juntar kilómetros llanos, montañosos, nevados. Ojalá pronto queden rutas solitarias, tramos únicos, vacíos. ¡Wifi, Xiaomi ya zumbaron!

(los envidios dirán que es paint)
5) Mechi Troncoso y su divertido relato me recordó a cierta placa de Crónica…
Alejo bebía cuando decició encender fuego; gustaba hacerse imágenes jugando karaoke. Lourdes me notaba obnubilado pero quería robarme sonrisas tímidas. Un vino, whisky, xilófono y zambas…
6) El bello relato de Juli Klimczyk, por otro lado, me recordó a una hermosa película (que recomiendo fuertemente):
Amar. Bailar. Caminar. De eso fuimos gozando, hasta imaginar jugar karaoke. La magia nos obnubiló. Para que rías siempre… toda una vida. Willy xuxa, ya zarandeé.

De «Lalaland«, profunda y colorida película.
7) El desopilante relato de Cande Nuñez parece confirmarnos nuestro mayor temor: ¡que las canciones de Xuxa venían con mensajes oscuros y subliminales!
Ahora bien, ¿cuánto durará esta frenética genialidad hipnotizante? Idealizo juegos kilométricos, laberintos misteriosos, noches ñungas, obscenas. Pero ¿quién resulta ser tan ultrajante vicio? Whisky, xuxa y zarandeo.

Era tan claro, ¡y no lo veíamos!
8) Periodistas y literatos dedican resmas para hacer críticas socio-políticas. Pau Rigou lo logra en 3 líneas y usándote todas las letras del abecedario. ¡Aprendan!
Alberto buscó crear diversos escenarios ficticios, gestando humo invisible. ¡¡¡Jubilosos!!! Kits listos mandamos necesaria y oportunamente. Prudentemente quisimos revisar situaciones terrenas. Únicamente vimos, ¡wow! Xerografiar yuxtapuesta zaga.

(el autor del blog no se responsabiliza de las opiniones políticas de participantes, señor del ciberpatrullaje)
9) Mili Delgado nos regala un hermoso relato de amor y desencuentro
Antes buscaba corazones, deseando encontrar felicidad. Gasté horas imaginando juegos kafkianos lamentables. Mas no oré. Porque quiero robarte sentimientos tangibles. Una verdad, Walter. Xochipilli ya zarpó.

Xochipilli es el dios del amor en la mitología mexicana, Mili me lo enseñó
10) El cuento de Gaby Aucar llena nuestra imaginación de imágenes alegres y desenfadadas:
Alegría brutal. creaba diariamente ese flamante gorro holgado, imaginario. ¡Jugábamos! Kilómetros libres, maravillosos. Nuestros ñandúes osaban picotearnos. ¡Qué risas soltábamos tramando un viaje! «Wow, Xiara: ¡ya zambullirse!»

En WikiHow te enseñan 3 maneras de sobrevivir al ataque de un avestruz.
11) Atrapante cuento de Aldi Ribes:
Anoche busqué con desesperación el faro. Giraba, hipnótico, iluminando jardines kilométricos. La mañana nacía otoñal, paciente. Quise recordar si todavía ustedes vivían. Walter, Xiomara y Zacarías.

Este relato me trajo a la memoria «El Faro«
12) El relato genial de Feli Lavalle se me presenta en la imaginación como una escena de una película de Woody Allen:
Almudena buscó comics diseñados en Francia («Gallia», históricamente). Ilustran jóvenes karatekas luchando magníficos, nobles, orondos. Podían quizás romper sistemáticamente trastos, utensilios viejos: Walkman, xilofón, yoyó, zuecos.

Escena de «Medianoche en París«. Sí, soy medio cinéfilo.
13) El gran relato de Fer Marcone es adelanto exclusivo del guión de la próxima «Piratas del Caribe»:
¡Al barco! Clamó desdichado. El frío gélido hundió jubilados kayaks. Los mares no obedecían, parecía que rugían. Sólo tomó un vigoroso whisky… Xac… y ¡Zaz!
14) Vero Barquesi nos trae naturaleza y movimiento con la frescura de su relato:
Aquella bella chica danzaba entre fresnos, gardenias, helechos…inagotable, jugó kilómetros libremente. -Mas ninguna ñoñería- objetó. Para querer reestablecer toda utopía. Valiente Wanda xenófila y zagala.
15) Un poco de filosofía de la mano de Jere Villalba y su relato:
Acertadamente buscamos confianza, diálogo; ergo, frecuentamos gestos hondos, inherentemente juiciosos. Kilómetros ladeando manantiales naturales, o presenciamos qué rara sintonía tuerce uniendo voraces waterpolistas zánganos.

Sí, lo sé. Soy un gran editor de imágenes
16) Y sobre la hora, me llega este relato de Marcos Castilla, con título y todo:
Introspección
Antes buscaba calma, diferenciarme entre figuras grotescas. Hilvanaba inverosímiles jirones kafkianos, ligando múltiples notas oníricas. ¿Para qué resistirme, si tengo una voluntad? Whisky, xilófono y zen.

«El enigma sin fin», Salvador Dalí
Muy buenos todos Max! Increíble propuesta e idea!
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